Lógica de Mhyst

Introducción Muy buenas. Hace ya algunos días que publiqué un audio sobre este tema titulado "Las Reglas del Juego", haciendo referencia al juego político, y últimamente había tomado por costumbre escribir una entrada en el blog para cada episodio de Reality Cracking , aunque en esta ocasión me limité a copiar la descripción. Y tenía pendiente un tratamiento más serio del tema. Porque uno de los defectos de mis audios es que suelo improvisarlos partiendo de una idea que tengo en la cabeza. A veces hago una lista con las cosas que preveo mencionar en el audio, pero eso es todo. Acepto que queda muy bien en la radio cuando la locución es perfecta y las ideas se presentan prístinas ante nuestros oídos, pero a mi no me gusta nada leerle al micrófono lo que dice en un papel. Quizá se deba a que, dado lo mal comunicador que soy, las veces que he hecho experimentos de ese tipo ha quedado muy poco natural. En resumen, por unas cosas o por otras, suelo improvisar. La

  Algo no está bien en la democracia española y lo mismo pasa con otras muchas europeas. Las personas nos desgañitamos en luchas ideológicas de bar y creemos que la solución está en cambiar el gobierno, pero los que ya llevamos unos pocos años votando tenemos la sensación de que todo sigue igual y que importa muy poco qué partido gobierne. La crispación de que se hablaba en los noventa no ha dejado de fomentarse desde los propios partidos, aunque luego ves que entre ellos son muy amigos a veces. Uno se pregunta si todo esto no será mas que una distracción. ¿Podríamos estar mirando a la luna porque nos la están señalando, aunque quizá deberíamos mirar a los que nos la señalan? Suspendamos pues nuestra lucha ideológica y analicemos las reglas del juego de la política. Quizá necesitemos algún conocimiento sobre ciencia política. En el fondo los conceptos son sumamente sencillos. Quizá haya que expresarlos en palabras sencillas, con ejemplos conocidos de todos. Ese es el planteamiento del

Señores, se está preparando la vuelta al cole para todos. Y yo me hago incómodas y ominosas preguntas. O quizá lo afirme más que me cuestione. De hecho, me resulta muy difícil no pensar de esta forma. A saber: La gestión de la pandemia en España ha sido una de las peores del mundo. El pueblo español, a pesar de lo machacones que han sido (y son) los medios al respecto, parece que todavía no se da cuenta de la gravedad de la situación y no tenemos cuidado. La cuarentena se levantó, no por que el peligro hubiera pasado, sino porque los hospitales ya no estaban tan colapsados y podían recibir a más gente. El único vector de defensa de la epidemia en el que estamos confiando, es que alcancemos un nivel de gete que se haya infectado y sanado para llegar a una masa crítica de inmunidad. Eso no a nivel nacional, sino a nivel mundial. Al no haber vacuna el hecho de que la gente enferme y vaya generando anticuerpos parece ser la única solución. Pero claro, ya se sabe desde hace mucho que

Hace tiempo que no me expreso públicamente en ningún sentido. No entro en mis redes sociales, no hablo en grupos de Telegram o WhatsApp, no escribo, no grabo podcast, no publico en Instagram... Para mucha gente al no hacer yo esas cosas es como si no existiera. Sin embargo aquí sigo. Con objeto o sin él, la vida te arrastra; y la entropía del universo aumenta sin cesar. Creo que durante un tiempo me esforcé por explicarme. Pero bah, es inútil. Cada uno adopta unas creencias derivadas de su experiencia vital y es imposible comunicar sin ambigüedad una sola de estas. Las palabras que uno escoge no poseen exáctamente el mismo significado para otros y el espíritu del mensaje se pierde en la transmisión. Es triste que no haya forma exacta de poner lo que uno siente o experimenta al alcance de otro ser humano. Escuchando o leyendo a otros solo atisvamos un espejismo de interconexión que no resiste cualquier posterior análisis por somero que este sea. Así ha ocurrido que el único poso que q