Ir al contenido principal

Cómo se genera riqueza

Quizá pergeñar el relato del origen de mi pueblo sirva para empezar a entender qué es esto de la riqueza y cómo se crea. Hace muchos años, esta zona de la submeseta sur, era un lugar de paso más que nada. Es casi una llanura infinita en todas direcciones, con alguna sierra o monte bajo de cuando en cuando, y está surcada de cañadas y sendas antiguas que transcurren no muy lejos de alguna calzada romana en lo que en tiempos se conocía como Carpetania. Hoy se llama La Mancha y ya en tiempos de la invasión morisca resultaba un terreno poco grato para el cultivo. Aún así los bereberes que recibieron tierras aquí supieron sacarle partido surcándolo de acequias y pozos. Ciertos cultivos como el azafrán encontraron aquí un buen arraigo, aunque también la huerta, el olivar y el viñedo. Pero antes de que por estos lares hubiera una sola casa, tan solo era frecuentado por pastores y sus rebaños, que cruzaban por aquí en su paso de norte a sur o viceversa. El movimiento del ganado de la trashumancia había creado una red de caminos con abrevaderos a lo largo de la ruta. Una de esas paradas para dar de beber a los animales era aquí, en un pozo que aún se conserva. Durante la época de la trashumancia se producía un continuo trasiego de gente y animales que necesitaban servicios y bienes. Muchos acampaban para pasar la noche o tenían necesidad de detenerse aquí unos días por algún animal enfermo o lo que fuera. Además de los rebaños de vez en cuando pasaban viajeros que como todos, si querían pasar la noche tenían que hacerlo al raso.

Hagamos un inciso. Si ha llegado hasta aquí probablemente piense que se creó una necesidad o que había un nicho de mercado. Creo que es mejor no utilizar ese tipo de lenguaje moderno porque ocasiona más dudas de las que resuelve.

Cierto es que a raíz de aquello no tardó en fundarse un mesón. Al principio sería una casucha donde podía uno resguardarse del viento y la lluvia y comer algo caliente. Con el tiempo se fue ampliando y mejorando y llegó a tener espacio para huéspedes y para animales, cuadras para caballerías y corrales para ganado. El mesón probablemente atrajo más gente aún. Entonces alguien decidió montar una fragua donde los transeúntes pudieran herrar a sus caballerías, otro una carpintería para arreglar carretas, etc. La presencia de servicios y gente establecida en la región suscitó nuevas necesidades: un hortelano que surtiera las mesas de verduras y hortalizas, un alfarero, molinero, etc. Así nació el pueblo en el que vivo y seguro que muchos otros. Debe entenderse que en aquellos tiempos todos cultivaban un "piâzo" de tierra; tenían sus gallinas, conejos, palomos; hacían su propio pan, en lo que llamamos economía de subsistencia. Y solo algunos trabajos requerían la suficiente especialización como para estar ya diversificados por entonces.

Bien, ya he bosquejado el panorama más o menos. En este panorama no cabe el estado todavía, aunque no tardaría mucho la Iglesia en pedir sus diezmos o los prioratos en pedir lo suyo. De cuando en cuando venían los nobles a reclutar mesnadas o a recaudar impuestos. Dando por culo, básicamente como ahora, aunque de un modo mucho más personal.

Bueno, ¿de donde pensáis que sale la riqueza en este relato? ¿Del estado? El estado necesita de gente establecida en la tierra para recaudar impuestos. Evidentemente, cuando solo pasaban los rebaños recaudaban poco o nada. ¿De la empresa? Si hubiese abierto el mesón en otro sitio se hubiese comido los mocos. La riqueza se originó por el trasiego de gente y animales, aunque el hecho de construirse el mesón hizo que evolucionara la forma de verse el terreno y permitió que se crearan más servicios y después el nacimiento de una población. Es decir, la empresa por si misma no genera riqueza, solo en simbiosis con la gente. Si la empresa tiene empleados, estos con su salario contribuyen a la creación de riqueza. Pero sin el usuario (me niego a utilizar la palabra consumidor) no se generaría nada. Si analizáramos de donde viene el dinero, todo ello vendría de la gente que llega a la zona. Y de esos ingresos se nutren los demás. Alguien podría decir: eh, pero no tienes en cuenta la inversión inicial que tuvo que hacer el que hizo el mesón. Cierto, pero solo era una casucha que amortizó al poco tiempo de estar en activo. Después solo tuvo que desviar una parte de las ganancias para mejorar el mesón, y con cada mejora pudo empezar a ganar más dinero.

Adjudicarle la generación de riqueza a una parte de la sociedad me parece no solo parcial sino falso. Es una forma más de arrimar el ascua a su sardina para algunos. En las escuelas ya no se enseña retórica ni oratoria, pero los que gobiernan este mundo son expertos en ambas. Constantemente crean conceptos y discursos que dibujen una película en la que ellos tienen razón y los demás no. Pasa constantemente en ese afán de crear consenso, como si a fuerza de repetir una mentira pudiera convertirse en verdad. Quizá no se pueda, pero a menudo la mentira pasa como verdad gracias a estos tejemanejes y el mensaje subversivo cala en todos los sectores de la sociedad.

Apple da trabajo a mucha gente, pero no podría hacerlo sin los millones de personas en todo el mundo que le compran sus dispositivos. No podría hacerlo sin fabricar casi todos sus componentes en lugares remotos con mano de obra casi esclava. Apple es solo un ejemplo.

La única diferencia entre los tiempos de mi relato y ahora es que entonces las empresas eran todas pequeñas, familiares, de una persona muchas. Ahora los grandes conglomerados corporativos son enormes, disponen de muchísimo dinero y son capaces de crear regulación -leyes- que les sean beneficiosas. Estas corporaciones tienen más poder que nunca antes nadie en la historia. El mundo está a sus pies. Aún así, no son las responsables de crear la riqueza sino unas meras oportunistas, por tanto no debe ponerse nunca la generación de la riqueza como una excusa para proteger a estos monstruos. Saquemos pues esa idea de los programas electorales y del ideario popular. Tergiversa la realidad y es falaz.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Castillo de Houska, entrada al Infierno

Desde la antigüedad existe la creencia de que algunas estructuras hechas por el hombre se erigieron sobre puntos de acceso al Infierno. Se hablaba de demonios de los niveles inferiores que solían brotar al exterior por esos lugares para atormentar a la vecindad. Hoy día tendemos a pensar que todo aquello solo fue superstición, pero a lo largo de la historia algunas personas han dedicado mucho esfuerzo y tiempo en tapar estas puertas del infierno por medio de costosas construcciones que en muchos casos después fueron raramente utilizadas por ser motivo del padecimiento y espanto de sus moradores.  Hoy viajamos al antiguo Reino de Bohemia, en la actual República Checa, donde a mediados del siglo XIII el rey Ottokar II mandó levantar una fortaleza sobre un gran agujero tan profundo y tan oscuro, que no se veía el fondo.  Houska fue ideado como un centro administrativo desde el cual gestionar el ingente patrimonio real. Extrañamente, está situado sobre un alto peñasco que parece estar en m

¿Es España una Democracia?

Introducción Muy buenas. Hace ya algunos días que publiqué un audio sobre este tema titulado "Las Reglas del Juego", haciendo referencia al juego político, y últimamente había tomado por costumbre escribir una entrada en el blog para cada episodio de Reality Cracking , aunque en esta ocasión me limité a copiar la descripción. Y tenía pendiente un tratamiento más serio del tema. Porque uno de los defectos de mis audios es que suelo improvisarlos partiendo de una idea que tengo en la cabeza. A veces hago una lista con las cosas que preveo mencionar en el audio, pero eso es todo. Acepto que queda muy bien en la radio cuando la locución es perfecta y las ideas se presentan prístinas ante nuestros oídos, pero a mi no me gusta nada leerle al micrófono lo que dice en un papel. Quizá se deba a que, dado lo mal comunicador que soy, las veces que he hecho experimentos de ese tipo ha quedado muy poco natural. En resumen, por unas cosas o por otras, suelo improvisar. La

La realidad del discurso único

Llevaba bastantes años sin ver la tele. Pero lo que se dice sin ver la tele nada de nada, salvo momentos puntuales, cuando por algún motivo entraba en una habitación donde algún familiar estaba viendo la tele y podía dedicar esas escasos miradas a la pantalla durante mi paso por la habitación. Fácilmente esta situación de servidor sin ver la tele sucede desde 2005. Quizá incluso desde antes.  Vivía yo muy feliz de esta guisa, sin preocuparme de las estupideces que se vertieran en la tele. Y sobre todo sin tragar anuncios. Pero, hete aquí que cae uno enfermo de un virus intestinal que lo deja para el arrastre durante varias semanas y no tiene uno ganas de hacer nada y para colmo hace tanto calor que no apetece exponerse al calor adicional de encender el ordenador. Es entonces cuando empiezas a ver de nuevo la tele y aceptas sin demasiadas reticencias debido a la situación, de nuevo ver anuncios y programas con continuas interrupciones absurdas con anuncios repetitivos. Esta