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¿Hay que salvar a Venezuela?

No sé muy bien qué pensar de Venezuela. Nunca he cruzado el charco y ni siquiera he tenido en mi vida inquietud por conocer algo de allí, como si que tengo de otros países, como China, Egipto, Japón, Reino Unido, Francia y tantos otros. Seguramente Venezuela tiene muchas cosas interesantes. Y desde luego con esta introducción no pretendo mostrar ningún desprecio. En absoluto. Simplemente ilustro mi desconocimiento. Igual que desconozco lo que Venezuela tiene que ofrecerme a nivel cultural o turístico, reconozco que tampoco sé realmente qué es lo que está pasando allí; o qué ha pasado en los últimos veinte o treinta años; ni en los últimos cien. No siento ninguna afinidad especial con ese país, como tampoco hay en mi interior acritud o animadversión alguna. Venezuela para mi, ni fu ni fa.

Escribo este artículo porque quiero poner las cartas sobre la mesa, para mi mismo y para el posible lector que aterrice en este blog. No se trata del típico relato de admiración o detracción, sino simplemente el exponer unos escasos hechos y hacerme algunas preguntas.

Casi todo, por no decir todo, lo que conozco de Venezuela se debe a lo que se ha hablado en los medios desde hace ya unos pocos años. Para hacer justicia he de decir que se ha escrito y dicho muchas cosas negativas de ese país. De hecho, casi todo lo que se dice de Venezuela es malo. Resulta curioso cómo los años pasan, la gente asciende al estrellato y baja, mientras el tema de Venezuela parece que no fuera a terminar nunca. Y anda que no hay países en el mundo, gobernantes dudosos y crisis humanitarias constantes... pero no se habla de ellos. En cambio Venezuela sigue en la palestra de lo que parece una campaña electoral perpetua. Y todo el mundo siente que debe decir algo de ella aunque no le concierna lo más mínimo, creo yo.

Bien, yo no tengo ni idea de cómo es Venezuela. No sé de primera mano lo que allí acontece. Por lo tanto no me voy a arrogar el derecho de determinar si lo que tienen allí es mejor o peor, o si es una dictadura o una democracia. No lo sé. Y tampoco me importa mucho. Es decir, puedo sentir empatía hacia las personas, pero es complicado hacerlo sobre algo abstracto y desconocido, como es el caso. Bien, obviemos completamente el asunto de si allí se vive bien o si se vive mal. De si sus gobernantes son justos o injustos. De nuevo no es que me importe un pimiento. Se trata de que mi posición actual no me permite ir allí y mejorar la vida de nadie, o empeorarla. Todo el mundo puede adoptar una serie de creencias en base a lo que se dice en tal o cual fuente. De hecho es lo que hacemos con casi todos los temas de la vida. Porque somos perezosos y preferimos no tomarnos el trabajo de pensar por nosotros mismos. En definitiva, tendemos a hacerlo lo menos posible. Puede que nuestra visión del mundo que nos rodea sea imperfecta, pero nos basta y nos permite vivir. Podemos vivir con eso.

Aclarado todo eso, podemos olvidarnos de los detalles y ver Venezuela como una caja negra y los engranajes con los demás países. Por poco que echemos un vistazo somero al panorama de cajas negras de América y del resto del mundo, vemos que la administración de EEUU ha tomado algunas acciones contra Venezuela. Para simplificarlo, se trata en su conjunto de un bloqueo financiero. Entre otras acciones, una importante calificadora crediticia de EEUU ha tildado al país de estar en bancarrota parcial. Mientras tanto, muchos medios occidentales siguen dedicando amplio espacio para criticar duramente a Venezuela en lo que parece una campaña mundial en toda regla de acoso y derribo.

Por supuesto que existen graves acusaciones contra Venezuela de ser un narco-régimen y muchas cosas más. Repito que no tengo forma de saber si es verdad. Pero hay otras verdades que nadie puede negar y que solo tenemos que arañar un poco la historia para darnos cuenta de ellas. EEUU no necesita grandes escusas para imponer bloqueos. Cuba lo "disfrutó" por más de 50 años, también le ocurrió al Chile de Salvador Allende y ahora le toca a Venezuela. Tanto en el caso de Cuba como en el de Chile, creo que casi nadie dudará de las verdaderas razones para el bloqueo. Simplemente cuestionar el capitalismo y querer vivir de un modo distinto. En Chile todos sabemos como acabó todo. EEUU apoyó el golpe de estado de Pinochet y de repente pudieron experimentar todo lo que quisieron con sus ideas neoliberales brutales en territorio soberano chileno. En Venezuela todo comenzó con la revolución bolivariana y, por supuesto, con la nacionalización de las petroleras que antes estaban en manos de empresas de EEUU. Pero no solo se trata del petróleo, del que Venezuela dispone en gran cantidad. Porque también es rica en minerales muy cotizados. Con EEUU siempre se ha tratado de explotar los recursos naturales de propios y ajenos. Porque aunque los gobiernos títere implantados en Irak y Afganistán les proporcionen todo el petróleo que quieran, resulta mucho más barato e idóneo el de Venezuela, que les pilla más cerca. Y en el caso de minerales como el coltán, el oro, los diamantes, etc. Ya tienen Africa para eso, pero igualmente la proximidad de Venezuela se la pone dura a más de uno.

Pongámonos en el peor de los escenarios posibles. Maduro un dictador que oprime al pueblo y que lo mata de hambre. Añadámosle a esto todos los males que se nos ocurran. La cuestión es muy sencilla. De todas formas, se trata de un asunto interno del país. Dejemos que ellos lo resuelvan. Pensemos un poco. ¿En qué escenario que no sea en sus propias películas ha sido EEUU el salvador de otro país? ¿En qué casos ha quedado el país "salvado" en un estado mejor que el que presentaba antes de la intervención? Que alguien me ayude y me haga ver la bondad de sus corazones, porque yo echo cuentas y no me salen. EEUU ha intervenido muchísimo en Latinoamérica, con resultados deplorables y con incremento de las injusticias allá donde pusieran la bota. Como siempre, esto de Venezuela no es mas que una lucha de poder en la que el grande se quiere comer al chico y saltarse impunemente la soberanía de la gente. Y si pueden, pondrán un gobierno que les sea favorable para imponer sus leyes y llevárselo crudo. Es muy sencillo. Europa le hace el juego.

¿Nos salvaron los EEUU cuando en España estábamos bajo la opresión de la dictadura de Franco? No. En realidad les da igual las injusticias que haya o si fusilan a gente todos los días. Lo que cuenta es que el gobierno de Franco se sometió totalmente al terminar la Segunda Guerra Mundial. Así de simple. Y también que en España no tenemos la suerte de tener una riqueza mineral ni petrolífera. EEUU se ha convertido en muchos aspectos en el Nuevo Imperio Romano. Todo lo quiere someter a su control. Es una economía depredadora en extremo que no tiene escrúpulos de destruir el mundo para seguir creciendo. Aunque los romanos se llevaban también la riqueza a casa, al menos traían su cultura, el agua corriente, las calzadas, los baños, el teatro. EEUU en cambio solo arrambla con lo que le interesa y detrás solo deja miseria.

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