Ir al contenido principal

Crisis y vuelta

A ver cómo digo esto sin que suene muy cursi ni que parezca que me ha sobrevenido una especie de epifanía. Creo que iré directo al grano. Es lo mejor.

A principios de junio de este 2024 tuve una grave crisis de salud. Sufrí una hiponatrenia, que es un desequilibrio de electrolitos, concretamente del sodio, que me puso literalmente al borde de la muerte. Al parecer cuando te baja el nivel del sodio a ciertos niveles, se da un proceso destructivo por el que, en tu cerebro, el sodio se va sustituyendo por agua, lo que produce una dañina inflamación. Con una cantidad de sodio en sangre por debajo de 135 moles por litro corres el riesgo de tener convulsiones y después la muerte. Lo que me salvó la vida fue que me hicieron un análisis de sangre y alguien estuvo atento. Mi nivel de sodio estuvo en 125, lo que es 10 unidades menos del límite.

Pasé unos días hospitalizado. Tuve un más que evidente deterioro cognitivo, con pérdida de memoria y de facultades. Incluso el habla se me vio afectada. Por suerte me fui recuperando en el transcurso de algunas semanas y he vuelto a ser más o menos el mismo de siempre. Volví a acordarme de las contraseñas y a utilizar el ordenador normalmente, cosa que al principio no podía hacer. En un primer momento te juro que pensé que me iban a quedar secuelas graves de por vida. Era como enfrentarse a la propia memoria de uno como si se tratara de un sistema de archivos corrupto. Me sentaba al ordenador y no recordaba donde tenía las cosas ni tan siquiera era capaz de ponerme a ver una película sin ayuda. Pero, como digo, con el tiempo fui mejorando y he recuperado la "normalidad". Podemos decir que he tenido mucha suerte. Podía haberme ido al otro barrio y no sucedió. O peor, podía haberme quedado medio gilipollas para los restos y tampoco sucedió. En algún momento llegué a creer que no podría volver a conducir un coche y cosas por el estilo. En esos momentos se plantea uno muchas cosas. Como, ¿por ejemplo, por qué he sobrevivido? ¿Por qué no me he quedado tonto? Corre uno el riesgo incluso de pensar que "el destino" le requiere para algo importante todavía. Afortunadamente, tiendo a desconfiar de cualquier escenario en el que mi persona parezca cobrar importancia. Así que prefiero tomármelo como si todo esto hubiera sucedido por capricho del azar. Y aceptando que estoy en tales manos, sería bueno limitarse a disfrutar lo que pueda mientras esté con vida y tenga salud. Así que creo que todavía escribiré algunas cosillas por estos lares, si Dios quiere.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Es España una Democracia?

Introducción Muy buenas. Hace ya algunos días que publiqué un audio sobre este tema titulado "Las Reglas del Juego", haciendo referencia al juego político, y últimamente había tomado por costumbre escribir una entrada en el blog para cada episodio de Reality Cracking , aunque en esta ocasión me limité a copiar la descripción. Y tenía pendiente un tratamiento más serio del tema. Porque uno de los defectos de mis audios es que suelo improvisarlos partiendo de una idea que tengo en la cabeza. A veces hago una lista con las cosas que preveo mencionar en el audio, pero eso es todo. Acepto que queda muy bien en la radio cuando la locución es perfecta y las ideas se presentan prístinas ante nuestros oídos, pero a mi no me gusta nada leerle al micrófono lo que dice en un papel. Quizá se deba a que, dado lo mal comunicador que soy, las veces que he hecho experimentos de ese tipo ha quedado muy poco natural. En resumen, por unas cosas o por otras, suelo improvisar. La...

La realidad del discurso único

Llevaba bastantes años sin ver la tele. Pero lo que se dice sin ver la tele nada de nada, salvo momentos puntuales, cuando por algún motivo entraba en una habitación donde algún familiar estaba viendo la tele y podía dedicar esas escasos miradas a la pantalla durante mi paso por la habitación. Fácilmente esta situación de servidor sin ver la tele sucede desde 2005. Quizá incluso desde antes.  Vivía yo muy feliz de esta guisa, sin preocuparme de las estupideces que se vertieran en la tele. Y sobre todo sin tragar anuncios. Pero, hete aquí que cae uno enfermo de un virus intestinal que lo deja para el arrastre durante varias semanas y no tiene uno ganas de hacer nada y para colmo hace tanto calor que no apetece exponerse al calor adicional de encender el ordenador. Es entonces cuando empiezas a ver de nuevo la tele y aceptas sin demasiadas reticencias debido a la situación, de nuevo ver anuncios y programas con continuas interrupciones absurdas con anuncios repetitivos. E...